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“Las obras han reducido nuestras ventas en un 60% y al quedarnos ahora sin zona para que aparquen los vehículos de los clientes es posible que tengan que ser despedidos dos de los tres empleados”. Así se expresa Bartolomé Martínez Pérez, quien dirige el estanco de la plaza del Tulipán desde hace cuarenta años. Prepara un escrito para que el ayuntamiento de Cartagena busque una solución.


“Este establecimiento lleva ochenta años abierto, de los que los últimos cuarenta años ha sido un estanco. Ahora estamos atravesando la peor etapa debido a las obras de la calle principal de Los Dolores”. Son palabras del propietario del estanco de la plaza del Tulipán, quien afirma que el problema de la reducción importante de sus ventas puede agravarse aún más “debido a que no han dejado aparcamiento alguno frente al establecimiento, con lo que los clientes buscarán otros locales con mejor acceso para los vehículos”. Expone que en la calle lateral los vehículos que aparcan suelen estar todo el día y que no tener aparcamientos ante el local “aleja a los clientes, nos dijeron responsables de las obras que habría uno, pero no ha sido así, lo que hay es un tramo de un carril-bici que, además, concluye unos metros más adelante”. Están preparando una instancia con su queja para presentarla en el registro general del ayuntamiento, “pues la situación es muy delicada, ya que de seguir así tendremos que despedir a dos de los tres empleados del estanco”.