La Asociación de María Auxiliadora desarrolla hasta el domingo un mercadillo artesanal en las instalaciones del teatro de Salesianos cuyos fondos tienen como destino la Escuela Inma Bernal en Eguela, Mali.


El colectivo, que cuenta con más de tres décadas de historia, organiza cada dos años un mercadillo con el objetivo de recaudar fondos para una obra benéfica, principalmente en la obra salesiana en África. En esta ocasión hay un motivo muy especial, pues el dinero que se ingrese tendrá como beneficiaria la Escuela Inma Bernal en Enguela, Mali, que se lleva a cabo a través de la Fundación Polaris.

“Ella fue empezó el proyecto en 2015 y se lo merece… Queremos venderlo todo”, expresan Puri García y Chari García, respectivamente, presidenta y secretaria de la ADMA, que están acompañada durante nuestra visita por María Sánchez, quien durante veinte años ha sido tesorera de la asociación y fue quien promovió en su origen este mercadillo, en el que se pueden encontrar manteles, toallas, bordadores, cestas, delantales, cojines… y un largo etcétera de trabajos de aguja e hilo elaborados por vecinos, además de jabón artesanal y cuadros.

Inma Bernal, vecina de la Barriada de Hispanoamérica y profesora de Salesianos, fallecida hace unos meses a la edad de 41 años, fue una activa cooperante que dedicó muchas horas y esfuerzos para mejorar la acogida y estancia, a través de la Asociación Alraso, de emigrantes africanos, muchos de ellos procedentes de Mali. La nominación de esta escuela es el simbólico homenaje de la Fundación para con ella.

El mercadillo fue estrenado en la noche del pasado sábado y está abierto todos los días de 11 a 14 y de 17 a 20 horas de lunes a sábado, estando abiertas las instalaciones de Salesianos para que puedan acudir los vecinos. El próximo domingo, último día, el horario será de 11 a 14 horas. 

La escuela, terminada
Fundación Polaris ha entregado al alcalde de Enguela, en Mali, las llaves de la flamante escuela de la aldea. Comparar el cobertizo donde hasta ahora los alumnos recibían clase con las actuales instalaciones, austeras pero sólidas, son la mejor muestra de que entre todos se pueden conseguir grandes obras, en el sentido literal y metafórico del término. La obra, con un coste de 36.800 euros, se ha llevado a cabo con fondos de la Fundación, además de otras aportaciones que hay que devolver. También falta equipar las instalaciones.

Si se quieres conoce un poco la historia de la aldea y el desarrollo del proyecto,
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