Juan Pedreño Garre relata la tensión y los problemas que sufrió para abandonar el vehículo que quedó presa de las aguas de lluvia en el Camino del Sifón, logrando al final su objetivo merced a un gran esfuerzo y a la ayuda de un amigo.

“¿Cómo habrá salido el conductor de ese coche?”. Ese comentario lo pudimos escuchar el domingo mientras captábamos imágenes de una furgoneta que había caído en el canal de la redonda del Camino del Sifón situada en la carretera que une Molino Derribao y Polígono Santa Ana. La respuesta a esa cuestión la hemos conocido posteriormente, pues Juan Pedreño Garre, gerente de los establecimientos hosteleros Jerry Lewis Park y Barbarella, fue quien sufrió esta particular e inolvidable aventura.
“Había pasado no hacía mucho por esa zona y volví a hacerlo. Iba despacio, pero de golpe noté que el coche estaba siendo empujado hasta que el morro se metió en la boquera, quedando inclinado. Entonces me di cuenta que había agua para ‘parar un tren’. La furgoneta comenzó a llenarse de agua e intenté salir al exterior”, relata, indicando que había accedido por esa vía porque en ese momento no llegó a ver señalización alguna que lo prohibiese.
Salir se convirtió en una odisea. “La puerta esta muy dura, pero conseguí abrirla. En esos momentos uno saca fuerzas de donde sea y yo no sé de donde salieron las mías. Lo conseguí, aunque luego pensé que pudo ser muy peligroso porque la puerta me podía haber aplastado las piernas por la fuerza con la que empujaba el agua”, continúa diciendo. Se enganchó a la puerta con las manos y logró sacar todo el cuerpo al exterior, “pero me caí al suelo. El agua me llegaba por el estómago, pero el fondo estaba embarrado y no dejaba de resbalarme, con lo que no lograba ponerme en pie y seguía lloviendo. Ahí, cuando veía que era imposible ponerme en pie, es cuando más temor pasé”, expresa Juan Pedreño.
La escena fue observada “por un amigo, que metió su furgoneta por el terreno anexo, que está más elevado, pues al parecer se preparó para levantar ahí una nave. Llegó a donde yo estaba (en el suelo), se bajó del vehículo y enganchó mi mano, hasta conseguir salir. Además luego me dio ropa y de todo, pues estaba empapado. Le estoy muy agradecido”.
Juan avisó al servicio de grúa, “pero la Policía Local le dijo que ni se le ocurriese entrar, por lo que dejamos el coche ahí hasta que baje el nivel del agua”. Tras la tensión, el dueño de Jerry Lewis Park se fue ‘enfriando’, “y empezó a dolerme todo el cuerpo”, sin duda por el esfuerzo y el estado de tensión de la situación. “Es algo que no se olvida”, concluye.

El vehículo desde otra perspectiva. Al día siguiente (lunes) sufrió el impacto de otro coche arrastrado por el agua. Este miércoles el tráfico ya está totalmente restablecido en todo el Camino del Sifón