Los vecinos del entorno del club náutico, ubicado junto al canal de Marchamalo de La Manga del Mar Menor, celebraron una eucaristía y una pequeña procesión con Nuestra Señora de la Asunción, cuya colecta popular ayuda a la labor que lleva a cabo el centro San Pablo de la barriada San Cristóbal, como es tradicional desde que el recordado sacerdote Matías Egea auspició la presencia de esta imagen en la urbanización costera.


Es un acto sencillo, familiar y entrañable, que también acoge una cena de hermandad entre los asistentes. El sacerdote José Luis Riquelme ofició la eucaristía por segundo año consecutivo.