Poco después de la medianoche del miércoles al jueves, el servicio de seguridad del Polígono de Santa Ana fue alertado de que dos personas habían saltado la valla del colegio Narval y se daban a la fuga por la avenida Génova tras haberse escuchado un ruido de fractura de cristal. Los vigilantes acudieron al lugar e interceptaron a dos personas, procediendo a la entrega de los presuntos responsables del robo a la Guardia Civil.

Se comprobó como, efectivamente, se había roto un cristal.

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