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La junta directiva en pleno de la Asociación de Vecinos de la barriada cartagenera ha decidido renunciar a los cargos que ocupan debido al temor por las amenazas vertidas por un residente, que fue expulsado en asamblea hace unos meses, “pero no ha cesado en su empeño y nos ha llegado a amenazar de muerte; esto parece un mal sueño que nos está afectando”, indican los ya exdirectivos, que también han presentado dos denuncias en Comisaría por este desagradable asunto. Para el 4 de mayo hay convocada nueva asamblea. Si no sale un equipo directivo, la asociación tiene serio riesgo de desaparecer.


En diciembre de 2016 fue elegida la junta directiva encabezada por Ginés García para ponerse al frente de la Asociación de Vecinos de Hispanoamérica. Llegaron con ilusión y nuevas ideas, como se plasmó en los meses siguientes en el barrio con distintas celebraciones lúdicas, que fueron muy del agrado de los residentes. Sin embargo, hace unos meses el asunto se torció al surgir un conflicto con un asociado.

Según nos cuentan, el conflicto derivó en que el pasado 14 de diciembre la asamblea de socios decidiese su expulsión. Esa medida no sirvió para erradicar la situación y la directiva decidió dimitir para someterse nuevamente a la voluntad de sus asociados, fijándose una nueva asamblea para el pasado viernes. A esa reunión acudió la pareja del exsocio en cuestión y al no querer abandonar el salón de actos del local social, tuvo que acudir agentes de la Policía Nacional para que lo hiciera, saliendo entre abucheos de buena parte de los socios.

Ante la tensión que está tomando el asunto, los integrantes de la directiva rectificaron y decidieron dejar los cargos de forma definitiva. “Pensábamos en seguir, pero ante el cariz que está tomando el asunto hemos decidido apartarnos, pues esta es una labor que se hace por la barriada de forma altruista y resulta que nos está dañando y afectando de forma psicológica; es un situación insostenible”, explican a este diario, señalando que en todo este asunto han estado de forma permanente informando a los vecinos con asambleas, “como han sido las del 16 de marzo, que contó con sesenta asistentes, y la del 20 de este mes, con unos ochenta”. Desde el 4 de marzo se han presentado dos denuncias contra el socio por amenazas, acoso y vulneración de la intimidad.

“Esto parece un mal sueño”, expresan. Les preguntamos que el socio en cuestión se queja de irregularidades cometidas por la directiva, “nosotros hemos cumplido en todo momento con lo que marcan los estatutos de la asociación, pero él quiere que las cosas se hagan a su manera. Además, hemos convocado varias asambleas siempre para ofrecer transparencia en nuestra gestión. Ahora nos vamos con el sentir de que se han quedado bonitos proyectos parados”.

La cuestión es que este “mal sueño”, como lo definen, crea un vacío de poder. La última decisión ha sido convocar una asamblea extraordinaria para el 4 de mayo. “Si hay quien quiera dar el paso, habrá directiva. De no ser así, supongo que se entregarán las llaves del local social al ayuntamiento de Cartagena y desaparecerá esta asociación de vecinos”.