El dolorense José López Cela, quien con doce años de edad fue el modelo que utilizó el escultor Manuel Ardil para crear el popular monumento cartagenero, ha fallecido a consecuencia de un infarto a la edad de 62 años. Esta tarde tendrá lugar su sepelio.


José López Cela falleció en la noche del domingo, cuando se encontraba en su domicilio de las Casas de Pandehigo, como consecuencia de un infarto de miocardio. Nacido el día de San Juan de hace 62 años, su nombre está ligado al popular monumento cartagenero del Icue, pues fue quien, con trece años de edad, ejercició de modelo para el escultor Manuel Ardil.

“Trabajaba en una empresa de artesanos escayolistas en el callejón de Cantarerías, en la Morería Baja de Cartagena. Allí fue donde Ardil habló con mi entonces jefe. Después, me subieron a unas cajas, me dieron un plátano y el escultor me estuvo mirando. A continuación se retiraron a hablar en un despacho, mientras yo seguía encima de las cajas. Pasó una hora, y como me dio hambre, me comí el plátano… Tras una larga espera salieron ambos y me dijeron que iba a posar para Manuel Ardil”. Son palabras de un reportaje publicado en la revista El Puente en el año 2010 con José López Cela, quien también recordaba que no cobró nada por ese papel de modelo y que el lugar donde estuvo posando fue el taller de Ardil en Los Barreros. La escultura tardó varios años en ser ubicada en la ciudad, siendo en 1969 cuando se estrenó en su lugar definitivo.

La palabra ‘icue’ hacía allusión a los niños y jóvenes que deambulaban por los muelles de la ciudad a la caza de frutas o propinas, teniendo la palabra un significado equivalente a ‘camarada’. José López estaba casado y tenía cinco hijos, que le habían dado nietos. “Les cuesta creerse que el Icue es su abuelo, pero cuando van con amigos alardean de ello”, apuntaba José López, persona que también tenía su vena artística, pues restauró el busto de Vicente Medina, arregló la nariz de Asrúbal del Parque de Torres y creó uno de los barcos de piedra de la plaza de España, entre otras actuaciones.

José López, quien también estuvo residiendo en la Barriada de Hispanoamérica, era funcionario municipal. Comenzó trabajando en la concejalía de Parques y Jardines y después pasó a Educación (“me gusta mucho el contacto con los niños”, decía), habiendo pasado por el colegio Gabriela Mistral, San Cristóbal, Los Dolores (Vicente Medina), Los Barreros, San Antonio Abad (‘El cuco’) y Fuente de Cubas. Actualmente estaba en situación de baja médica por sus problemas de salud.

Esta tarde, a las 18 horas, en el tanatorio de Castillitos tendrá lugar su sepelio. Descanse en paz Pepe (como se le conocía), una persona quien nos mostró su calidad humana y siempre tuvo un trato exquisito con nosotros.